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jueves, 10 de agosto de 2017

12 de Septiembre de 2010 - Mensaje de San Lorenzo a través del Vidente Marcos Tadeo

Jacareí, 12 de Septiembre de 2010
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV mundial: www.apparitionstv.com




MENSAJE ESPECIAL:

10 DE AGOSTO: FIESTA DE SAN LORENZO MÁRTIR


MENSAJE DE SAN LORENZO
“Marcos, amadísimo de los Santos, Yo, Lorenzo, siervo del Señor, siervo de María Santísima y de José, heraldo y mensajero de la paz y de la verdad, te bendigo hoy y a todos Mis hermanos que están aquí.
Yo di Mi vida por Cristo, derramé Mi sangre por Cristo y entregué todo Mi cuerpo a las llamas por amor de Cristo, pero no lo renegué, no traicioné el amor de Él y ni el amor de Mi Reina y Señora, la Virgen María.
Los llamo, por lo tanto, al amor verdadero y sincero por Dios y por Ella, que les conduce a la perfecta santidad, que les conduce a la perfección de vida que agrada a Dios y que les tornan verdaderos hijos de Dios, que les tornan conciudadanos y merecedores de la gloria eterna y les hace siempre más ser templos puros y perfectos del Espíritu Santo.
Amen con todo su corazón a Dios, Su ley de amor y Sus Mandamientos, procurando siempre más hacer con que su vida se torne un espejo purísimo de la luz de la eterna verdad, que su vida se torne siempre más un continuo fulgor de la gloria del propio Dios y que sus obras, todas ellas repasadas de amor, de santidad y de generosidad, puedan ser luceros brillantísimos para las almas que están en el mundo perdidas, sin conocer el camino de la salvación y de la verdad, y así, todas ellas, iluminadas por ustedes, puedan venir a conocer el camino que lleva a la salvación.
Amen con todo su corazón al Señor, Su ley de amor, Sus Palabras santas, pues, la Palabra de Dios es viva, no es una Palabra muerta, ella verdaderamente actúa en la vida de quién en ella cree, de quién la escucha con amor, porque aquél Dios que la profirió, que la dijo, es vivo, no está muerto, resucitó, está actuante en medio de ustedes y si Él encuentra sus corazones sedientos de Su Palabra, hambrientos de Su Palabra, deseosos de Su Palabra, Él, que es vivo, por intermedio de Su Palabra acepta, vivida, practicada y observada, guardada por ustedes, transformará sus vidas en un verdadero himno de amor, en una verdadera copia y reflejo de la vida de los propios bienaventurados del Paraíso y su vida será cada vez más conforme al Sagrado Corazón de Jesús, conforme al beneplácito del Altísimo y será una vibrante música de amor y de verdadera consagración suya a Dios, que es el Señor del amor.
Crean con todo amor y amen con todo su corazón al Señor, a la Virgen Santísima y Sus Mensajes que les son dadas aquí hace casi 20 años, porque en esos Mensajes está la Palabra viva del Señor, viva, actuante y actual para ustedes, los hombres de estos últimos tiempos.
Esta Palabra si encuentra una tierra buena en ustedes, esa semilla divina caerá y producirá frutos de santidad, ciento por uno, mil por uno, un millón por uno. Todo dependerá de su respuesta, de la forma como ustedes recibieren la semilla, la semilla de la Palabra, si la recibieren con el corazón agradecido, generoso y amoroso esta Palabra. Ella se transformará en ustedes en un árbol frondoso con muchos frutos y los pájaros vendrán a abrigarse a su sombra, o sea, las almas sedientas del bien, de la paz, de la verdad, de la luz eterna y del amor de Dios, verán los frutos de santidad en ustedes y vendrán a probarlos y anidarse alrededor de ustedes.
Si su corazón fuere una tierra fértil que hace la semilla de la Palabra crecer y dar fruto, entonces en ustedes verdaderamente todas las promesas de Dios contenidas en Su Palabra y contenidas en los Mensajes de la Madre de Dios, la Palabra viva del Señor, actual para ustedes, todas esas promesas se cumplirán en su vida y ustedes verán que Dios es verdaderamente fiel, que Él nunca olvidó a Su pueblo, que Él nunca olvidó Sus promesas que hizo a aquellos que lo aman, que lo temen, que lo sirven; que Él no cambió, Él es el mismo Dios de ayer, de hoy y de siempre, Él es aquél que es y que será siempre, Él es aquél que viene y viene deprisa.
Amen al Señor con todas sus fuerzas y a la Virgen Santísima, colocando en práctica estos Mensajes que les son dados aquí en estas últimas Apariciones para la humanidad. Cuando estas Apariciones terminaren, no habrá más Mensajes para el mundo. La Madre de Dios, San José, los Ángeles y Nosotros los Santos, venimos aquí con Nuestro Señor y el Espíritu Santo para llamarlos a la conversión por la última vez.
Si ustedes lanzaren fuera esta última chance que el Señor les da, este último llamado que Él les hace, si ustedes pisaren a los pies con irresponsabilidad, locura, negligencia e indiferencia este último don, esta última gracia y favor que el Altísimo les hace, no habrá más chance de salvación para ustedes y estarán perdidos para siempre, porque el fuego que debe venir ya está a las puertas, ya pueden verlo bajando sobre lo alto de la colina, o sea, la Justicia de Dios ya contó sus días y ya marcó el momento en que ella bajará sobre todo el mundo, para hacer justicia a los buenos, a los santos e inocentes, que fueron perseguidos por los malos, que fueron martirizados por los malos, que tuvieron que ser pisados por los pies de los malos y de los impíos que no aman a Dios y son enemigos de Su ley de amor.
Este fuego se aproxima y vendrá para consumir todas las obras de los pecadores y de los malos. No hay mucho tiempo. Por eso les llamo a una verdadera conversión, a oír aún una vez más las voces del Cielo, que aquí en este lugar les llaman a la verdadera conversión, a la perfecta conversión, a la sincera conversión.
Amen y no teman. No teman al demonio, no teman al enemigo, él tiene gran poder es verdad, pero no tiene más que Dios y que la Virgen Santísima, y sus ataques contra ustedes tiene un límite. Es verdad que en este tiempo de tribulación le fue dado más poder, pero este poder nunca, nunca será un milésimo de aquello que es el poder de Dios y de la Virgen Santísima. Por eso, esperen en Ellos, confíen en Ellos, recen el Rosario, pues, el Rosario es la herramienta, es el arma de la victoria que la propia Madre de Dios puso en las manos de Sus hijos, para que, incluso siendo frágiles, pequeñitos y débiles, con esta cadena de piedritas que es el Santo Rosario, Sus pequeñitos hijos puedan derribar todo tipo de Goliat, todo tipo de dragón infernal que los persigue y que quiere destruirlos y aniquilarlos.
Recen el Rosario, hagan cercos de Jericó, hagan las mil avemarías, hagan los cenáculos que la Madre de Dios les mandó de casa en casa, rezando la Hora de la Paz y el Rosario Meditado de Ella, porque esas oraciones pueden todavía salvar muchas almas que tienen posibilidad de salvación. Aún no está todo perdido, hay algunos pies de trigo en medio del gran mar de cizaña que se tornó este mundo y esos pequeños pies de trigo deben ser salvos y deben ser salvos por ustedes, que son el trigo de la Virgen Santísima y que deben llevar a ellos la gracia de la verdad, de la salvación, de los Mensajes de la Madre de Dios, que tocan el corazón, que salvan, para que ellos también se junten a ustedes y se tornen un gran trigal para la mayor gloria de la Santísima Trinidad y de la Madre de Dios, la Señora de la Paz.
Yo estoy con ustedes incluso que no Me vean, incluso cuando están muchas veces abatidos y cansados y no consiguen sentir Mi Amor por ustedes, Yo estoy con ustedes, Yo les amo, Yo les cubro con Mi Manto, Yo les guardo, Yo cuido de ustedes. Confíen a Mí todas sus aflicciones y verán que su alma recuperará la paz. Yo estaré con ustedes para cargar siempre con ustedes la cruz de cada día y para no dejarles desfallecer en medio del camino, para que ustedes puedan llegar a aquella gracia de la victoria, a aquella resurrección gloriosa y eterna en el Reino del Cielo.
Yo que di Mi vida por Cristo, que fui quemado vivo por amor de Cristo les digo: ‘La vida en la tierra es un soplo y aquí en esta vida, nada, nada es más importante que aspirar, desear el Cielo. Vivan por él, hagan todo para ganarlo y alcanzarlo, luchen para llegar allá, pues les digo: si consiguieren un día llegar al Cielo, habrán ganado todo, pero si hubieren perdido sus almas por haberse apegado a las cosas de este mundo, al pecado, por haberse amado a ustedes mismos más que a Dios y amado el mundo y las criaturas más que a Dios, Yo les digo: habrá sido inútil su nacimiento, su vida y todo lo demás que hubieren conseguido conquistar en esta tierra: honra, glorias, riquezas, gran estatus social, pues, en la hora de la muerte, todo eso no vale más nada, de nada más vale, de nada sirve para la eternidad. Hagan con que su vida sea siempre un continuo buscar del Cielo y de la salvación, e incluso cuidando de sus obligaciones de estado, de sus obligaciones de cada día, que todo sea hecho por ustedes con el máximo de amor, para que todo se transforme en méritos superabundantes de gloria para ustedes en la vida eterna.’
Yo, en este momento, les bendigo generosamente con la Madre de Dios y con Santa Juana de Chantal que están a Mi lado."

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