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martes, 21 de febrero de 2017

18 de Febrero de 2017 - Mensaje de la Virgen María y de Santa Bernadette a través del Vidente Marcos Tadeo

Jacareí, 18 de Febrero del 2017
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV 



FIESTA DE SANTA BERNADETTE SOUBIROUS

MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


“Amados hijos, hoy, invito a todos ustedes a imitaren a Mi hijita Bernadette en su profundo y perfecto amor para con el Señor y para Conmigo.

Imiten el amor de Ella que era hecho de obras y no de apariencia. Sí, Mi hijita Bernadette comprendió que, lo que Yo quería era el Amor real, no de apariencia. Una obediencia real, no de apariencia. Por eso, Ella Me obedeció siempre en todo, incluso que eso significase sufrimiento, persecusión para Ella y hasta incluso poner en riesgo la propia vida.  

Sí, Ella no temió perder la vida por amor a Mí y por eso, encontró la vida, la Vida Eterna. Ella dejó alegremente todas las cosas que Ella podía tener en el mundo por amor a Mí, para vivir una vida de total consagración, oración y obediencia a Mí. Por eso, en el Cielo, todos los bienes eternos les fueron dados y todo el amor de Ella, todas sus obras de amor, fueron recompensados ciento por uno.

Sí, imiten a Mi hija Bernadette en esa su completa donación a Mí y al Señor. No tengan miedo de perder sus vidas por amor a Mí. No tengan miedo de perder todas las cosas que ustedes pueden tener en el mundo por amor a Mí, porque ustedes encontrarán en la Vida Eterna, la recompensa de todo eso. Sí Mis hijos, ustedes encontrarán todas esas obras, todos los sacrificios que hicieren por Mí, transformados en coronas de grandiosa gloria que relucirán para siempre en las cabezas de ustedes por los siglos de los siglos.

Imiten a Mi hijita Bernadette en su vida de oración profunda, en su vida de total comunión con Dios. Sí, Ella estaba siempre en comunión con Dios por medio de una vida profunda y verdadera de oración. Sin oración, nadie puede unirse con Dios. Sin la unión con Dios, nadie puede tener la vida verdadera en Dios y nadie puede tener a Dios viviendo en sí, y si Dios no vive en ustedes, ustedes no pueden producir ningún fruto de santidad. He aquí porque la oración es esencial, es indispensable y es condición de salvación y santificación. Si quieren salvarse, si quieren ser Santos, recen mucho.

Imiten a Mi hijita Bernadette en su espíritu de total esclavitud a Mí. Yo enseñé a Ella a como ser una verdadera esclava de amor de Mi Corazón y Ella aprendió esta verdadera esclavitud, viviéndola todos los días de su vida en el espíritu de verdadero amor, obediencia, sumisión y entrega confiante de su vida en Mis manos. Imítenla en esa total entrega, dando todo por todo y amor por amor. Y sobre todo los jóvenes, imiten a Mi hijita Bernadette en su “Sí” y en su donación total a Mí, porque así verdaderamente como Ella, se transformarán en Llamas incesantes de Amor.

Recen Mi Rosario todos los días como Mi hijita Bernadette rezó y ustedes también se transfomarán en Llamas incesantes de Amor por el Señor y por Mí como Ella, y la vida de ustedes se transformará en una canción de amor como la de Ella.

A todos Yo bendigo ahora: de LOURDES… de NEVERS… y de JACAREÍ.”




MENSAJE DE SANTA BERNADETTE


“Amado hermano Carlos Tadeo, hoy, Yo, Bernadette, vengo del Cielo a darte Mi primer Mensaje.

Yo te amo, yo te amo mucho, te amo con todo Mi Amor.

Estoy siempre a tu lado para protegerte, guardarte, para llevarte siempre más adelante en el camino de la santidad.

Ahora es hora de volar más alto, de subir más alto en este camino y para tanto, quiero enseñarte Mi camino de santidad que fue el camino del amor, el camino de la humillación, el camino de la obediencia.

Mi Santidad fue por el camino del amor y la tuya también deberá ser así. Por eso, debes seguir por el camino del amor todos los días, dilatando siempre más tu corazón para la Madre de Dios, haciendo siempre algún sacrificio nuevo, alguna oración, algún acto de amor nuevo por Ella, para que verdaderamente puedas todos los días alargar más tu corazón para recibir más la Llama de Amor de la Madre de Dios en tu corazón.

Debes todos los días amado hermano, entrar más profundamente en la oración hasta el punto de abstraerte de todo, o sea, de olvidar todo lo demás a tu alrededor y pensar sólo en María y vivir sólo para María. Y después, después de salir de la oración, debes cumplir todos tus deberes temporales en el mismo espíritu de amor a Ella, o sea, haciendo todo en unión con Ella, todo en el espíritu de Ella, todo para mayor gloria de Ella y para el triunfo del Corazón de Ella.

Después, debes seguir por el camino de la humillación, que significa reconocerte como nada, como polvo de la tierra, como inútil para todo y completamente dependiente de María hasta incluso para hacer una señal de la cruz. Debes mirarte como el más vil bichito de la tierra y así, no te fiarás en ti mismo, pero únicamente en Ella como Yo hacía. Y entonces, tu fuerza será la fuerza de Ella. Tu fortaleza será la fortaleza de Ella. Tu defensa será Ella misma y la luz que iluminará tu alma y tu corazón será la propia luz de Ella.

Debes seguir por este camino de la humillación, huyendo como Yo de las honras, de las vanidades y de las glorias de este mundo, para vivir una vida de oración, de amor total a Ella, de unión con Ella, vida que para el mundo no es vida, pero sí ya es morir en vida. Vida que para los mundanos es considerada una pérdida, una locura, pero es justamente en esta locura de amor que tú encontrarás la vida, la vida plena en abundancia, la vida plena de la paz, del amor, de las gracias, de las bendiciones, de las luces de Ella y entonces, encontrarás verdaderamente todas las gracias, todas las bendiciones y todo el amor de Ella para ti.

Debes seguir por el camino de la obediencia, esa obediencia que Yo tuve para con Ella, que fue la obediencia que moldeó Mi alma y que la tornó fuerte, incluso inquebrantable en la obediencia a la Madre de Dios y al Señor. Esa obediencia que todos los días adornaba Mi alma con las piedras más preciosas y más bellas para alegrar el Corazón del Señor y de la Madre de Dios. Esa obediencia que tornaba Mi alma todos los días como una torre fuerte que el demonio, que el mundo, que las tentaciones no pudieron quebrantar ni derribar. Y así también, si siguieres por el camino de la obediencia a la Madre de Dios como Yo, tu alma será fuerte y nada podrá derribarla.

Para tener esa obediencia, es preciso Mi amado hermano, amar a la Virgen Santísima más que todo, más que tu vida, más que a los más queridos, colocarla en primer lugar, morir para ti mismo, despreciar tu voluntad todos los días, tu querer, hacer solo el querer de Ella, para así mejor configurarte con Ella, o sea, asemejarte a Ella en su total y completa obediencia a Dios.

Yo hice eso, Yo entré en el molde del Corazón Inmaculado de María y de él salí transformada en una copia fiel de él. Tú debes hacer lo mismo por tu oración profunda, por el ejercicio continuo, diario de morir todos los días para ti mismo y tu voluntad, y hacer la Voluntad de la Madre del Señor.

Eso no se hace fácilmente. Por eso, Yo estaré aquí todos los días de tu vida para ayudarte, para llevarte a esa total y completa obediencia que te asemejará no solamente con la Madre de Dios, pero también Conmigo. Y entonces, tu alma verdaderamente se transformará en una Llama incesante de Amor como Yo.

Yo, Bernadette, te amo mucho y nunca, nunca te abandono. Cuando tú rezas el Rosario, bajo del Cielo rápidamente para coger tus avemarías y llevarlas hasta la Madre de Dios, para que Ella derrame sobre ti copiosamente las gracias de Ella.

Sí, estoy contigo a todo momento. Poso siempre Mi mano sobre tu cabeza cuando rezas Mi Coronilla y siempre, siempre te cubro con Mi Manto Luminoso para protegerte y defenderte. Tengo la misión de enseñarte la santidad humillada, la santidad obediente, la santidad amorosa. Por eso, vendré siempre, vendré regularmente para darte Mensajes y para guiarte, y ahora quiero verdaderamente decirte y revelarte, sí amado hermano, junto con los otros Santos Protectores, Yo te fui dada por la Madre de Dios para protegerte, guiarte y guardarte. Y en las Apariciones de Lourdes, la Madre de Dios Me hizo conocer la existencia de Nuestro amadísimo Marcos. Sí, Yo lo vi, Ella Me reveló y dijo que él sería aquél que haría la Gloria de Sus Apariciones en Lourdes resplandecer por toda la tierra y todas las almas finalmente conocieren y entendieren la grandeza del Mensaje y de las Apariciones de Lourdes.

Sí, y también cuando llegué al Cielo, conocí, conocí por obra de Dios que serías el padre espiritual de Nuestro amadísimo Marcos. Desde entonces, he rezado por él y por ti. Por ti para que puedas ayudarlo, ayudarlo en su misión de tornar a la Madre de Dios en todas Sus Apariciones, conocida, amada y obedecida por todos, ayudarlo en la misión ardua que él tiene de llevar a tantas almas, en tantas lenguas y Naciones diferentes, a conocerla, a amarla, entender lo que Ella quiere, entender los Mensajes de Ella y obedecer esos Mensajes con el corazón. La misión de él es ardua, dura, la cruz siempre fue y será pesada y es por eso que tú serás el Simón Cireneo de él para siempre y no apenas eso, juntos los dos realmente llevarán a muchas almas a comprender lo que la Madre de Dios pide en Sus Mensajes y harán con que muchas almas entren en esta Escuela de Santidad y oración que la Madre de Dios vino aquí hacer y entonces, verdaderamente, un pueblo santo para el Señor, para la Madre de Dios será levantado por ustedes y ustedes los guiarán hasta el triunfo de la Madre de Dios, hasta los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra en medio de este tiempo difícil de la gran apostasía.

Sí, tú amado hermano, deberás sustentar los brazos de Nuestro amadísimo Marcos, para que él verdaderamente ruegue por el pueblo, él rece por el pueblo, él sostenga los castigos que el pueblo merece por sus pecados y él pueda seguir conduciendo el pueblo de Dios a la gran victoria como fue en el Antiguo Testamento con Josué, con Moisés, con Aarón, con el pueblo de Dios. Entonces amado hermano, siga adelante con tu misión, siempre procurando comprenderlo y ver que él, más que ser un Vidente de Nuestra Señora, es también tu hijo, aparte de ser un Vidente de Nuestra Señora, es tu hijo que precisa de ti, que precisa de tu apoyo, comprensión, amor, presencia y sobre todo, de tu Llama de Amor para calentar el corazón de él, para confortarlo en la batalla y para ser para él aliento, arrimo, apoyo, refugio.

Yo, Bernadette, seré de mi parte también tu arrimo, tu aliento, tu refugio y seré siempre tu defensora en el Cielo y en la tierra en todas las batallas que tienes que trabar. Hoy, con gran amor miro para ti y de este lugar sagrado te envió Mi bendición: de LOURDES… de NEVERS… y de JACAREÍ.

Rece Mi Coronilla todos los jueves. Por ella te daré todas las gracias que tú Me pidieres. La paz amado hermano, Yo te dejo Mi paz.


Amados hermanos Míos, no podía irme con la Madre de Dios sin antes decirles una palabra: “Los amo mucho. Rezo por ustedes todos los días. Rezo por todos los peregrinos de este bendecido lugar que es Mi segunda Lourdes.”

Sí, aquí Me siento feliz al lado de la Madre de Dios, Me siento muy feliz por ver que el Mensaje que Ella Me dio en Lourdes aquí fue verdaderamente divulgado con ardor por Nuestro amadísimo Marcos para todo el mundo.

Sí, en los Rosarios Meditados, en los cenáculos, en las horas de oración, en las películas que él hizo de Lourdes, en la Coronilla que él compuso sobre Mi vida para Mí, verdaderamente el Mensaje de la Señora de Lourdes, el Mensaje de Mi Señora verdaderamente es divulgado, es esparcido, es entendido, es vivido por todas las personas y eso fue lo que Yo siempre quise, fue lo que Yo intenté hacer, pero no pude porque no Me dejaron. Y ahora Nuestro amadísimo Marcos hizo eso verdaderamente bien, brillantemente y extraordinariamente bien, y el Mensaje que la Inmaculada Concepción, Nuestra Reina Santísima Me dio en Lourdes, ahora es conocido, obedecido por tantos millares y millones de almas en el mundo entero.

Es la misión de ustedes ayudarlo a hacer este Mensaje terminar de llegar adonde no llegó, para que más almas conozcan este Mensaje corto, simple, pero profundo de penitencia, de oración, de conversión, de Amor a Dios, porque el Mensaje de la Madre de Dios para Mí en Lourdes es el Mensaje del Amor a Dios: Penitencia, Penitencia, Penitencia, Me decía Ella. En otras palabras: no ofendan más a Dios con sus pecados, no lo traspasen, no hieran más a Mi Hijo Jesús, no lo claven de nuevo en la cruz, ámenlo con una vida santa y llena de oración. Eso fue lo que la Madre de Dios pidió en la gruta y es eso lo que ustedes deben decir al mundo entero: que Penitencia es no disgustar a Dios con los pecados. Penitencia es amar a Dios con una vida santa. Penitencia es todos los días procurar ser mejor y no disgustar más el Sagrado Corazón de Jesús. Entonces, si ustedes hicieren eso, vivirán el Mensaje de Lourdes y el Corazón Inmaculado de la Inmaculada triunfará.

Aquí, en esta Aparición de Jacareí, la Madre de Dios vino para resucitar todas Sus Apariciones, desenterrarlas todas y finalmente hacer Sus Planes cumplirse con el triunfo de Su Inmaculado Corazón. Y Mi amadísimo Marcos que es la continuación de Mi vida en la tierra, hará eso brillantemente y todos ustedes deben ayudar, porque esta es la Voluntad de Dios a respecto de ustedes.

Así como aquellos que Me hicieron sufrir no fueron perdonados sin primero hacer una gran penitencia, aquellos que lo hicieren sufrir, molestándolo en su misión, también no serán perdonados sin antes hacer rigurosa penitencia y muchos inclusive serán castigados si intentaren estropear el Plan de la Madre de Dios aquí como muchos que también intentaron destruir Lourdes fueron castigados. Por eso Mis amados hermanos, no se arriesguen a provocar la Ira del Buen Dios haciendo estos pecados que les tornan dignos del castigo en esta vida y en la otra, pero antes ayuden el Plan de Salvación de la Madre de Dios aquí, para que verdaderamente ello se cumpla y muchas almas por medio de ustedes sean salvas.

Sí, Yo amo este lugar y aquí en esta Mi segunda y pequeña Lourdes con la Madre de Dios siempre realizo maravillas, siempre estoy dispuesta a ayudar, socorrer y amparar a todos aquellos que aquí Me pidieren ayuda. Recen el Rosario todos los días, porque el Rosario fue Mi escalera luminosa para el Cielo. Ello fue la oración que Me tornó fuerte, prudente, templada, justa, que Me tornó sabia, que Me tornó verdaderamente abrasada de la Llama de Amor de la Madre de Dios.

¡Oh sí! Yo sentía esa Llama de Amor y Yo verdaderamente quemaba, ardía en esa Llama día y noche. Sí, esa Llama en algunos momentos casi llegó a quitarme la vida si la Madre de Dios por un milagro no Me amparase, no Me conservase y el Rosario siempre fue el divino combustible, el celeste combustible que hacía con que esa Llama ardiese, quemase más y más en Mi Corazón. Por eso que Yo andaba con el Santo Rosario todo el tiempo junto de Mí y siempre que Mis obligaciones Me permitían, Yo lo rezaba ardorosamente, ardientemente. También Yo repetía muchos veces durante el día los actos de amor que continuaba el día entero los efectos del Santo Rosario en Mí. Así, Yo fui creciendo cada día más en el verdadero amor y unión con Dios y con Mi Reina Santísima hasta que verdaderamente esa Llama ardiente de Amor Me arrebató de la tierra y Me hizo subir al Cielo.

Muchos pensaron que Yo morí apenas de la tuberculosis ¡Oh no! Yo también morí de amor, fue el amor que Me hizo aceptar aquella cruel enfermedad y ofrecerla continuamente a Dios como sacrificio por la salvación de las almas de Mis hermanos más pecadores y aquella Llama de Amor fue creciendo tanto, tanto en Mí, hasta que Mi alma ya no podía más vivir aquí en la tierra, pero completamente consumida fue arrebatada al Cielo.

Sí, aquella Llama aliada a los sufrimientos que la hacía arder más en Mí, fueron consumiendo en Mí todo lo que era tierra, todo lo que era humano, hasta que en fin Mi alma fue finalmente transfigurada en las Llamas del Divino Amor y subió velozmente para el Cielo, para allá continuar amando aún más intensamente a Dios  y a Mi Madre Santísima.

Si ustedes también rezaren el Rosario, los actos de amor y dilataren sus corazones todos los días por nuevos sacrificios, oraciones y obras de amor, ustedes también crecerán como Yo en esa Llama de Amor hasta que un día, cuando ella alcance su cumbre, su plenitud, las almas de ustedes consumidas por esa Llama también volarán, para en el Cielo amaren a Dios y a Nuestra Reina Santísima por los siglos de los siglos.

Esa Llama va a consumir en ustedes todo lo que es tierra, todo lo que es mundano, todo lo que es hasta humano y entonces, cuando ustedes estuvieren completamente transfigurados, completamente transformados en esa Llama de Amor puro, en pura transformación, ustedes verdaderamente volarán como relámpagos para el Cielo y allá juntamente Conmigo, amarán, alabarán y bendecirán a Dios, a Nuestra Madre Santísima Conmigo en un incendio místico de amor para siempre.

A todos hoy Yo bendigo con amor y especialmente a Nuestro amadísimo Marcos que aquí hizo tanto por Lourdes, hizo tanto por el Mensaje que Mi Madre Santísima Me dio en Lourdes, hizo tanto por Mí, tornándonos más conocidos, amados por todos. Aquí en esta Mi nueva y pequeña Lourdes, Me siento como en la gruta de Lourdes, Me siento como en Mi pequeño Cielo. A Él que es el mayor siervo de la Señora de Lourdes, el cazador de almas, él que es Nuestra Llama incesante de Amor y a todos ustedes bendigo con amor ahora: de LOURDES… de Mi Cuerpo Incorrupto en NEVERS… y de JACAREÍ.”

*Coronilla de Santa Bernadette:

*Historia de las Apariciones de Lourdes:


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